24 ene 2012

La modestia dejada aparte


Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com


El fútbol modesto (sobre todo el semiprofesional al encontrarse en una situación en la que a la vez son equipos humildes pero también tienen que cumplir con unas exigencias mínimas de competición), pasa por horas muy bajas. La crisis del fútbol se ceba en las divisiones que no están en primera línea mediática. Gran número de clubes afrontan problemas para salir al paso de las vicisitudes económicas a las que se enfrentan cada temporada, y en los últimos meses llegamos a ver un número escandaloso de conjuntos que, imposibilitados para mantenerse al día en los pagos, se vieron forzados a abandonar la competición o incluso desaparecer.

El verano pasado vimos como equipos emblemáticos del fútbol español que participaban en la categoría de bronce (Alicante, Castellón, Cultural Leonesa, Poli Ejido, Palencia, Rayo B y U. Las Palmas) descendían a 3ª División por no tener los pagos en orden en la fecha límite, además de otros 5 de 3ª que bajaban a Preferente por idéntico motivo. A todos estos casos se unieron la pasada semana los del Sporting Villanueva y el Poli Ejido 2012 SD, que anunciaron el abandono de la competición al no tener plantilla para afrontar los partidos que restan. No son casos aislados, ya que el Sporting Mahonés está en situación casi idéntica y todo parece indicar que el de este fin de semana fue su último partido en 2ªB

Es una situación muy incómoda y para nada agradable. Estamos ante un problema real y que nadie parece querer solucionar mientras Real Madrid y Barcelona alimenten una cultura futbolística basada en el bipartidismo y el poco interés por el fútbol menos mediático. Pero, ¿por qué se ceba esta situación con la 2ªB? Hay una serie de factores determinantes:

  • Situados en 'tierra de nadie': La categoría de bronce del fútbol español se ubica en un fútbol denominado semiprofesional (aunque gran parte de los equipos que la disputan sí son profesionales), y se tiene que amoldar a ciertas exigencias profesionales sin serlo. Un ejemplo lo encontramos en la Copa del Rey, que obliga a los equipos a presentar unos mínimos requisitos para participar.
  • Pasotismo de las organizaciones: La Federación no se preocupa de proponer facilidades para hacer de la categoría una competición sostenible, y se limita a dejar que las cosas sigan su curso y la selección natural haga el resto.
  • Modelo desfasado: Desde que se implantó hubo dudas sobre su funcionamiento, aunque eran tiempos de bonanza y pudo subsistir sin mayor problema. Actualmente, hace años que vemos como la sangría económica es evidente y nadie quiere meter mano en el asunto. 4 grupos son excesivos, y se da entrada a muchos conjuntos abocados al desastre presupuestario.
  • Propensión al abuso: Además de que a los equipos no se les perdona ni la primera (algo que sería lo normal y justo si no fuera porque con los de categorías superiores se permite lo impermisible), también se les exije cosas a las que no están obligados, pero se ven forzados debido a la imposibilidad de defensa que sufren. Un ejemplo fue la reciente amenaza que la LFP (organismo del que no dependen) mandó a los equipos de Copa del Rey que dejasen entrar a las radios.
  • Desplazamientos caros: Estamos hablando de presupuestos ajustados que se ven obligados a realizar viajes cada 15 días. Esto se hace especialmente incomprensible examinando el Grupo I, donde los equipos canarios tienen que viajar a lugares tan 'cercanos' como Galicia o Asturias, y viceversa.
  • Abandono económico y social: Conseguir patrocinios interesantes cuando no sales en televisión cada fin de semana es tarea muy complicada para los gestores. Las ayudas son casi inexistentes y tampoco es positivo que el aficionado medio no se interese por el equipo de su localidad y se pase a la opción de Barcelona o Real Madrid en lugar de apoyar al equipo de su ciudad o pueblo.

Realmente entristece esta situación, el fútbol de verdad, el que se practica por amor al deporte y a los colores y no como lucrativo negocio para unos pocos, está desapareciendo delante de nuestras narices sin que nadie vea  la gravedad del asunto. Un daltonismo azulgrana y blanco se apodera de un país en el que el lema de 'Support your local football team' es sólo una frase sin sentido para muchos. 

No nos damos cuenta de lo que nos quieren vender en un mundo de merchandising y saturación publicitaria, y compramos sin reflexionar. La burbuja del fútbol empieza a alcanzar una presión de turgor casi insostenible, y llegará el momento en el que estalle. Y en ese momento los responsables estarán con los bolsillos llenos, viviendo a cuerpo de rey y sin importarles lo más mínimo arruinar un deporte que un día fue el del pueblo. Cuando el fútbol se ahogue en el océano de color verde que los dirigentes fabricaron y las arcas se vacíen, imposibilitando los fichajes de personas erigidas como dioses por gente a la que le interesa hacer de los futbolistas ídolos lucrativos, cuando nuestros equipos hagan el ridículo en Europa porque sólo dos de ellos se llevan todo temporada tras temporada, cuando nuestra Liga pase a ser un chiste y no interese ni al madridista o culé más acérrimo por falta de competencia será cuando nos daremos cuanta del error que cometimos, y será cuando la calaña que trata a este deporte como si fuera una empresa y forjan su monopolio a base de quitarse competencia de forma ruin y a costa de quién lo hizo grande, abandone el fútbol, igual que las ratas en un barco a pique, y se vaya a gastar el dinero adquirido en un nuevo pasatiempo. Cuando sólo quede el deporte, no quedará nada, pero a la vez tendremos todo lo que nunca debió irse.

2 comentarios:

  1. Espectacular artículo. Muy muy grande, enhorabuena Rubén, me quito el sombrero!

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  2. Muchas gracias, siempre se agradecen comentarios positivos ;)

    Un saludo

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