28 sept 2011

Mediapuntas, raza en peligro de extinción


 Por Rubén López | ruben@futbolconpropiedad.com

Desde que empecé a ver fútbol, la posición por la que siempre me sentí atraído fue la de '9'. La mayoría de mis jugadores de referencia llevan o llevaban este dorsal, que todos conocemos como el que porta el killer del equipo el delantero centro. Pero he de reconocer que siempre hubo un puesto por el que tuve especial debilidad, como otros muchos aficionados a este deporte. Esta posición no es otra que la de mediapunta, el clásico número '10' que sobre todo en los años 80 y 90 conseguían centrar la atención de los espectadores.

Simplemente las connotaciones del número que tradicionalmente portan los futbolistas que se desenvuelven en esta posición son decir mucho. El 10 está ya más que establecido como el 'número del crack' dentro del panorama futbolístico, y el acto reflejo ineludible de todo espectador es el de fijarse en el que porta dicho dorsal ya que, aunque no lo conozcamos, seguro que ese es el bueno.

No obstante, y a pesar de la reputación de genios que siempre portaron los MP, nos encontramos con un panorama actual en el que pierden protagonismo en favor de otras posiciones que los entrenadores de hoy en día valoran más. El enganche tradicional es un jugador que se le pide esencialmente una cosa: talento. Un jugador, por muy trabajador que sea, si no nace con el don de la brillantez, lo tendrá casi imposible para asentarse en un puesto en el que es básico ver lo que otros no ven, poner el balón donde otros no podrían ni siquiera imaginar y quebrar defensas para otros inexpugnables en busca de la creación de huecos en ataque. Todas estas virtudes, impagables en el fútbol de hace unas décadas, empiezan a quedar desfasadas en un fútbol en el que el físico importa y mucho. Los entrenadores optan por atacantes con movilidad, o en su defecto delanteros tanque acompañados de segundos puntas rápidos que se beneficien de la corpulencia y balones bajados de su compañero. Ante este panorama, nuestros protagonistas de hoy se encuentran ante una difícil encrucijada.

En muchos casos sólo queda una alternativa: La reconversión. Así, dependiendo de las aptitudes del futbolista, podría recolocarse en el puesto de extremo si tiene rapidez y desborde (véase los casos de Iniesta o Muniaín), mediocentro organizador si es capaz de combinar su visión de juego con el apoyo incansable a sus compañeros de mediocampo, con lo que se pierde bastante presencia arriba (algo que experimentó Sneijder en diferentes etapas de su carrera) o, como suele ser más habitual, segundo delantero (casos de Aguero o Totti), algo que lleva al jugador a jugar demasiado arriba como para asociarse con el punta de la forma clásica.

Con este sistema podemos ser capaces de acomodar a los mediapuntas versátiles, pero...¿qué pasa con los '10' de nacimiento? Esa clase de jugadores que nacieron marcados por una estrella que pareció situarles en los tres cuartos de un campo de fútbol incluso antes de su primera respiración, como es el caso de hombres como Valerón, Özil, Riquelme  o el genial Matt Le Tissier, podrían ser recolocados con mejor o peor suerte, pero su puesto es y siempre estará con el 10 a la espalda, dando últimos pases y levantando gradas.

1 comentario:

  1. Es cierto que en los últimos años los 10 auténticos parece que están en peligro de extinción, de los que has nombrado tal vez los mejores ejemplos sean Valerón y Riquelme, jugadores con pocas aptitudes defensivas pero que tampoco tienen un gran remate, sin embargo ven huecos donde prácticamente no los hay, son jugadores de mucho talento, tanto, que algunos equipos "construyen" un esquema de juego en torno a ellos, el problema llega cuando no están y hay que cambiar totalmente la forma de jugar, tal vez por ello los entrenadores prefieren tener un estilo base de juego al que estos 10 les cuesta adaptarse, prefieren no "marear" a sus jugadores cambiando el esquema muy a menudo. Un saludo.

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